El Peumus boldus Molina, mejor conocido como boldo, es un arbusto medicinal muy utilizado en la fitoterapia moderna, especialmente en los tratamientos para el hígado.
Aunque es muy común consumirlo en forma de té, también se le puede encontrar convenientemente encapsulado y listo para tomar en cualquier momento del día.
Entre los componentes más destacados del boldo se encuentran:
Aceites esenciales como eucaliptol, cineol y ascáridos.
Taninos
Flavonoides
Alcaloides
- Mejora las funciones biliares y hepáticas: el boldo posee la capacidad de estimular el funcionamiento de la vesícula biliar y de aportar propiedades beneficiosas para el hígado. Además, también ayuda a prevenir la formación de piedras o cálculos biliares en la vesícula.
- Poder Desintoxicante: El boldo es excelente depurador de la sangre y del hígado. La desintoxicación es el primer paso para la restauración de cualquier órgano del cuerpo.
- Ayuda a mejorar la digestión: mejora la digestión cuando se toma en forma de té antes de comer. Se aconseja para dolores de estómago, gastritis y problemas de digestión. Además, las propiedades astringentes que posee el boldo reducen la acidez. También posee propiedades digestivas y antiinflamatorias que alivian los síntomas de algunas intolerancias alimentarias que producen la mala digestión o los cólicos intestinales.
- Disminuye los niveles de colesterol: el boldo también ayuda a depurar el colesterol de la bilis y elimina estas grasas del organismo.
- Ayuda en el funcionamiento del intestino: los alcaloides actúan como relajante intestinal regulando el funcionamiento del intestino y es útil para tratar el estreñimiento. De igual manera disminuye la producción de gases y es auxiliar al tratar parásitos e infecciones intestinales.
- Reduce las migrañas y los dolores musculares: el boldo puede ayudar a aliviar los intensos dolores de cabeza gracias a sus efectos calmantes y sedantes.
Presentación y Dosis
El Boldo viene en presentación de frasco con 150 cápsulas de 350mg cada una.
Se recomienda tomar dos cápsulas, tres veces al día, después de los alimentos.
Es importante considerar que su consumo no está indicado en personas que padezcan enfermedades hepáticas graves o problemas de obstrucción de las vías biliares. Tampoco se recomienda si se padece de enfermedades renales ni por un periodo contínuo mayor a cuatro semanas.
